“…La Iglesia Católica a partir de su Espíritu renovador, ha buscado con el correr de los años y
de los siglos, acoplarse a las necesidades y devenires que traen los nuevos tiempos; es así como
ese llamado a renovarse se hace fuerte y vigente con el paso de las épocas y va tomando
impulso en el evento más importante para su renovación el Concilio Vaticano II, el cual
tuvo inicio en la
década de 1960.
Y es entonces donde en la ciudad de Cali, empieza a nacer un movimiento de gracia y
bendición, con sed de llenar la ciudad por doquier de la presencia de Dios por medio de la
alabanza, la adoración, la oración y principalmente rindiendo culto y mayor exaltación a Cristo
Eucaristía, pero con un nuevo modo, no cambiando lo que ya existía, sino más bien dándole un
nuevo aire, una nueva prospectiva en el momento de adorar al Único, Señor y Salvador
Jesucristo.
…”
Tam Metin Erişim
http://purl.org/coar/resource_type/c_7a1f